El árbol de jade es una planta hermosa y muy fácil de cuidar, susceptible a ciertos errores de cuidado que es mejor no cometer. ¡Te contamos cuáles son!

Si tienes un árbol de jade y sus hojas se están secando, tal vez estamos cometiendo algunos errores de cuidado y no lo sabes. Esta planta, también conocida como planta de la suerte, es muy fácil de cuidar, pero muchas personas se confían de ello, dando paso a la enfermedad y muerte de la planta.

Para que no te pase, descubre cuál de los errores que vamos a señalarte estás cometiendo para que dejes de hacerlo. Verás que al ponerle solución, tu planta resurgirá y podrás gozar de su belleza de nuevo.

¡Evita estos errores de cuidado con tu árbol de jade!

Sabrás si estás cometiendo alguno de los errores de cuidado que vamos a enumerarte con tu árbol de jade, cuando notes que se está quedando sin hojas porque se caen o se está poniendo amarillo, marchito u opaco. ¡Presta atención y corrige lo que sea necesario para salvar tu bella planta!

1. Exceso o insuficiente riego

El árbol de jade requiere un riego moderado, por tanto, dejar de hacerlo puede ocasionar que la planta se marchite y se seque, haciendo que las hojas se caigan con facilidad. Sin embargo, esto sí que es fácil de reparar, al retomar el riego y ver cómo la planta se recupera, poco a poco.

Por otro lado, cuando hay riego excesivo, se comete un error que puede no tener solución. Esto ocasiona que las hojas del jade se vuelvan amarillentas y, al tocarlas, verás que han perdido firmeza. El exceso de agua, también hace que se pudra desde sus raíces, un síntoma de ello son las hojas y los tallos traslúcidos.

Para tratar de solucionar este error, será necesario que saques la planta del sustrato y retires por completo las raíces podridas. Además, deja la planta unas cuantas horas al sol para que se elimine ese exceso y siembra de vuelta.

2. Mal drenaje

El drenaje es muy importante para todo tipo de plantas, en menor o mayor medida. Es lo que garantiza que no se estanque el agua que la planta no necesita, evitando que se dañen las raíces.

En particular, el árbol de jade necesita un sustrato muy bien drenado y aireado, así no retendrá más agua de lo necesario. De la misma manera, la tierra debe estar bien drenada, para evitar que crezcan allí hongos y otros microorganismos que aman la humedad.

Si estás cometiendo este error de cuidado con tu árbol de jade, soluciónalo agregando perlita, piedra pómez o turba, a partes iguales, con el sustrato.

3. Iluminación inadecuada

Al ser nativas de Sudáfrica, los árboles de jade necesitan de una zona con buena iluminación. De hecho, cuando la temporada del año impide que esto ocurra, como en el otoño, es normal que el jade pierda sus hojas; lo que se debe a la ausencia de luz.

Otro síntoma que indica que la planta no está teniendo luz suficiente, es cuando se estira. Esto ocurre porque la planta misma intenta alcanzar la fuente de iluminación más cercana que tiene.

Uno de los grandes errores de cuidado que se cometen con el árbol de jade es tenerlo en una zona de la casa donde no recibe luz. Soluciónalo colocándola al lado de una ventana donde entre la luz, aunque esta sea indirecta. Eso sí, durante el invierno cambia esta posición, porque las corrientes de frío pueden dañarla.

4. Temperaturas elevadas

La Crassula ovata también necesita de una temperatura óptima, la cual va entre los 13 y 24 grados centígrados. Esto se debe a que las heladas pueden ser mortales para la planta, así como las temperaturas muy altas pueden quemarla.

En este sentido, otro de los errores de cuidado que debes evitar con tu árbol de jade son los cambios de temperatura bruscos, como cuando te mudas de ciudad. Notarás que cuando esto pasa, las hojas de la planta se caen; aunque, sin duda, crecerán cuando se haya adaptado a su nuevo ambiente.

5. Plagas desatendidas

Uno de los errores más comunes sobre el cuidado del árbol de jade, es desatender las plagas y dejar que se apoderen y dañen tu arbusto. Más aún, porque estas suelen pasarse de una planta a otra, así que si tienes un jardín interior, todos tus ejemplares están en riesgo.

Pero, ¿cuáles son las plagas más comunes del árbol de jade? Encontramos las cochinillas y los ácaros araña, así como los hongos o moho. Debes saber que no siempre son fáciles de detectar, pero una revisión constante hará que identifiques cualquier cosa que sale de lo común.

Las cochinillas se eliminan al limpiar las hojas y tallo con una mezcla de agua y alcohol isopropílico, mientras que los ácaros araña se eliminan con aceite de neem diluido en la planta.

6. Déficit de nutrientes

Como lo dijimos antes, el árbol de jade no necesita muchos cuidados, pero esto no implica que no necesite un sustrato bien nutrido. Notarás que hay deficiencia de nutrientes cuando la planta crece muy lento o no crece, sumado a la pérdida constante de hojas.

Como lo indican expertos, la observación es clave para identificar deficiencias en los cultivos, sin tener que acudir a laboratorios. Así que también está atenta a si la planta se pone amarilla o empieza a marchitarse hasta morir, aunque estés regando y siguiendo otros consejos básicos de los que ya hemos hablado.

Cuando identifiques que hay problemas con los nutrientes, consigue un fertilizante y aplica. Incluso, esto lo puedes hacer una vez al año, no esperes que la planta se haga ver enferma. Eso sí, no te excedas, el fertilizante en altas cantidades quema las raíces y esto también es perjudicial. Para evitar estos riesgos, puedes usar uno orgánico como el café molido.

¡Ahora ya sabes cómo cuidar adecuadamente tu árbol de jade!

Reconocer los errores de cuidado que puedes estar cometiendo con tu árbol de jade, es un gran paso para poder cuidarlo de forma adecuada. De ahora en adelante, sigue esta guía y disfruta de la belleza que encierra esta bella planta relacionada con la buena suerte y con la apertura de nuevas oportunidades, según algunas corrientes como el feng shui. 

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